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y de unión.
2352. Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de
obtener un placer venéreo. "Tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante,
como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto
intrínseca y gravemente desordenado". "El uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones
conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine". Así, el goce
sexual es buscado aquí al margen de "la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación
que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un
amor verdadero" (CDF, decl. "Persona humana" 9).
Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción
pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de
angustia u otros factores psíquicos o sociales que reducen, e incluso anulan la culpabilidad moral.
2353. La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Es
gravemente contraria a la dignidad de las personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada
al bien de los esposos, así como a la generación y educación de los hijos. Además, es un escándalo
grave cuando hay de por medio corrupción de menores.
2354. La pornografía consiste en dar a conocer actos sexuales, reales o simulados, puesto que queda
fuera de la intimidad de los protagonistas, exhibiéndolos ante terceras personas de manera deliberada.
Ofende la castidad porque desnaturaliza la finalidad del acto sexual. Atenta gravemente a la dignidad
de quienes se dedican a ella (actores, comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto
de un placer rudimentario y de una ganancia ilícita. Introduce a unos y a otros en la ilusión de un
mundo ficticio. Es una falta grave. Las autoridades civiles deben impedir la producción y la
distribución de material pornográfico.
2355. La prostitución atenta contra la dignidad de la persona que se prostituye, puesto que queda
reducida al placer venéreo que se saca de ella. El que paga peca gravemente contra sí mismo:
quebranta la castidad a la que lo comprometió su bautismo y mancha su cuerpo, templo del Espíritu
Santo (cf 1 Co 6, 1 5-20). La prostitución constituye una lacra social. Habitualmente afecta a las
mujeres, pero también a los hombres, los niños y los adolescentes (en estos dos últimos casos el
pecado entraña también un escándalo). Es siempre gravemente pecaminoso dedicarse a la prostitución,
pero la miseria, el chantaje, y la presión social pueden atenuar la imputabilidad de la falta.
2356. La violación es forzar o agredir con violencia la intimidad sexual de una persona. Atenta contra
la justicia y la caridad. La violación lesiona profundamente el derecho de cada uno al respeto, a la
libertad, a la integridad física y moral. Produce un daño grave que puede marcar a la víctima para toda
la vida. Es siempre un acto intrínsecamente malo. Más grave todavía es la violación cometida por parte
de los padres (cf incesto) o de educadores con los niños que les están confiados.
Castidad y homosexualidad
2357. La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una
atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy
variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida
inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn
19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10;1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que "los actos
homosexuales son intrínsecamente desordenados" (CDF, decl. "Persona humana" 8). Son contrarios a
la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera
complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.
2358. Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No
eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben
ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de
discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si
son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de
su condición.
2359. Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí
mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de
la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección
cristiana.
III. EL AMOR DE LOS ESPOSOS
2360. La sexualidad está ordenada al amor conyugal del hombre y de la mujer. En el matrimonio, la
intimidad corporal de los esposos viene a ser un signo y una garantía de comunión espiritual. Entre
bautizados, los vínculos del matrimonio están santificados por el sacramento.
2361. "La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios
y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la
persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es
parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la
muerte" (FC 11):
Tobías se levantó del lecho y dijo a Sara: "Levántate, hermana, y oremos y pidamos a nuestro Señor
que se apiade de nosotros y nos salve". Ella se levantó y empezaron a suplicar y a pedir el poder
quedar a salvo. Comenzó él diciendo: "¡Bendito seas tú, Dios de nuestros padres... tú creaste a Adán, y
para él creaste a Eva, su mujer, para sostén y ayuda, y para que de ambos proviniera la raza de los
hombres. Tú mismo dijiste: 'no es bueno que el hombre se halle solo; hagámosle una ayuda semejante
a él'. Yo no tomo a ésta mi hermana con deseo impuro mas con recta intención. Ten piedad de mí y de
ella y podamos llegar juntos a nuestra ancianidad". Y dijeron a coro: "Amén amén". Y se acostaron
para pasar la noche (Tb 8, 4-9).
2362. "Los actos con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son honestos y dignos, y,
realizados de modo verdaderamente humano, significan y fomentan la recíproca donación, con la que
se enriquecen mutuamente con alegría y gratitud" (GS 49, 2). La sexualidad es fuente de alegría y de
agrado:
El Creador... estableció que en esta función (de generación) los esposos experimentasen un placer y
una satisfacción del cuerpo y del espíritu. Por tanto, los esposos no hacen nada malo procurando este
placer y gozando de él. Aceptan lo que el Creador les ha destinado. Sin embargo, los esposos deben
saber mantenerse en los límites de una justa moderación (Pío XII, discurso 29 octubre 1951).
2363. Por la unión de los esposos se realiza el doble fin del matrimonio: el bien de los esposos y la
transmisión de la vida. No se pueden separar estas dos significaciones o valores del matrimonio sin [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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